Ruido impreso

Rubén Darío Ramírez Arbeláez
Requerimos de periodistas que cuenten la verdad y que los dueños de los medios sean los primeros en respetar la libertad de prensa. Es el principal homenaje que se puede hacer a aquellos periodistas que han sido asesinados por decir la verdad, por aquellos que entendieron y entienden su trabajo como un servicio para construir una sociedad incluyente.
Acostumbro diariamente, desde las cuatro de la mañana, a revisar y leer la información, artículos o crónicas que me interesan de los siguientes periódicos y revistas de acuerdo a su periodicidad de publicación:
De Colombia: El Tiempo, El Espectador, El Nuevo Día, La Nueva Prensa, Los Danieles, Cofradía, entre otros.
De España: El País, El Mundo, Vanguardia, El Periódico, El País Semanal, Planeta Futuro, ABC y Esglobal
De Estados Unidos: The Washington Post, NY Times y El Diario NY.
De Francia: France 24 horas y Le Monde Diplomatique
De Alemania: Actualidad DW.
Una gran diferencia se observa cuando se lee el diario El País (España) o The Washington Post (USA) por ejemplo frente a otros periódicos nacionales o regionales. Una buena parte de los periódicos tienen un sesgo partidista, no solo de sus columnistas, sino como eje editorial, y otros llenan sus espacios de violencia o noticias superfluas, para entretener o envolatar y no para informar o generar opinión.
Considero que dar información objetiva, no es un problema de dinero para pagar periodistas, es más bien una dificultad de entender el oficio y la misión de los medios de comunicación y de cómo ayudan a construir un mundo mejor. Requerimos de periodistas que cuenten la verdad y que los dueños de los medios sean los primeros en respetar la libertad de prensa. Es el principal homenaje que se puede hacer a aquellos periodistas que han sido asesinados por decir la verdad, por aquellos que entendieron y entienden su trabajo como un servicio para construir una sociedad incluyente.
El análisis debe hacerse desde la complejidad y no desde la simpleza, donde el titular estrafalario quiere atraer lectores para dejar en su retina una visión falsa de los fenómenos políticos o sociales. Un ejemplo de periodismo independiente serio fue el de Germán Castro Caicedo.
Montar titulares dramáticos a corto plazo gusta en una sociedad ávida de sobresaltos para poder reforzar sus premoniciones, “algo va a pasar”, pero a mediano y largo plazo no es benéfico en la formación de ciudadanos solidarios y unidos en búsqueda de la paz y el desarrollo.
El ruido impreso genera ruido mental y el ruido mental genera angustia, chismes, miedo y parálisis. Hoy son más los medios de comunicación en manos del poder económico cuya misión es tapar, tergiversar, calumniar y negar la verdad.
Son pocos los medios de comunicación impresos que reconocen sus equivocaciones; por lo general los periodistas no acostumbran a repasar los manuales de ética periodística y en vez de corregir emiten más ruido perpetuando la mentira. Son medios que con su apoyo han afianzando en el poder las hegemonías familiares y mafiosas en el ámbito nacional, a nivel de los poderes Ejecutivo y Legislativo, en gobernaciones y alcaldías.
Esos mismos medios de comunicación cooptados, son indiferentes ante los casos de corrupción, no denuncian los conflictos de interés en los contratos públicos y así consiguen pautas publicitarias. Esta forma de actuar da pie para que el poder mafioso siga teniendo el control de entidades nacionales, gobernaciones y alcaldías. Se consideran inmunes a la crítica y el reclamo social. Gobernantes que con el apoyo oscuro de los dueños de medios y con el actuar de la ignorancia supremacista, niegan el derecho a la controversia, a la diversidad y a la complejidad. La ciencia ha sido la rama del saber más afectada por los negacionistas en el campo de la salud y el medio ambiente.
Sin una perspectiva global nos encasillan en lo local para que la calumnia sea la forma de apaciguar los ánimos de cambio y la fuerza bruta el adormecimiento de las ideas.
La transparencia implica informar objetivamente, denunciar el abuso del poder político, la utilización del erario para beneficio de empresas privadas y particulares. El silencio cómplice mina la confianza ciudadana y con las manipulaciones simplemente quieren que aceptemos su visión del mundo en el quehacer social y político.
Afortunadamente, tenemos hoy herramientas para neutralizar el pensamiento único y el anti intelectualismo: periodistas serios y documentados, científicos libres y libres pensadores, por las redes sociales nos ilustran desde su análisis en contexto, nos quitan el velo de la autocensura de los medios que nos quieren manipular con la invisibilidad de la realidad.
Gracias a esos periodistas independientes, a su pasión por el periodismo investigativo, entrevistando a los protagonistas y con su presencia en el lugar de los hechos mantienen una ventana abierta a la verdad: es un deber y un derecho apoyarlos.