¡Predisposición!

Se plantean varios tipos de predisposición electoral de acuerdo a la complejidad social de Colombia, donde distintos factores económicos, sociales, culturales, actitudes y motivaciones deciden el voto.
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Estamos familiarizados con el término “predisposición” relacionado con la medicina, especialmente en lo referente a las probabilidades que tiene una persona de padecer una enfermedad por razones genéticas, ambientales, alimentarias o consumo de alcohol o cigarrillo.
Hoy no vamos a hablar de este tipo de inclinaciones, sino referente a la predisposición política y electoral.
Se plantean varios tipos de predisposición electoral de acuerdo a la complejidad social de Colombia, donde distintos factores económicos, sociales, culturales, actitudes y motivaciones deciden el voto.
–Predisposición por tradición: Aunque es una minoría, en la actualidad aún persiste el voto por los partidos tradicionales o por la afiliación política del candidato, donde la tradición política familiar incide. Los gritos al “glorioso” partido conservador o liberal, en algunos sectores sociales especialmente poblaciones rurales que vivieron los episodios de la violencia, definen el voto. Para este tipo de elector no hay razón distinta que la tradición, incluyendo los votos al partido comunista.
–Predisposición Emocional: El miedo es el motor de su elección. Son altamente influenciados por los medios de comunicación y las redes sociales. Susceptibles a las campañas de marketing de los partidos y los influencer. Los medios activan la noticia, refuerzan la teoría y la convierte en una verdad. Tienen tendencia a propiciar los gobiernos autoritarios, autocráticos, niegan la diversidad con el fin de sentirse “seguros”. La firma Cifras y Conceptos expresa que los canales de televisión son una fuente básica para determinar por quién votar, seguido de medios escritos nacionales y regionales, los programas de noticias de la radio, y las redes sociales.
–Predisposición utilitaria o económica: La compra del voto no es solamente a través de la tradicional teja de zinc, el tamal o la “pola”. Los grandes grupos económicos financian las campañas y obligan a sus empleados a votar, y en contraprestación el gobernante y los legisladores deben adjudicar multimillonarios contratos, adicionar presupuestos y exonerarlos de impuestos. La motivación de este elector son los réditos económicos que va a obtener al apoyar a un determinado movimiento político y sus candidatos. Coloquialmente se les llama “caimanes”, ”camaleones” o “lagartos”.
La precariedad económica fuerza a muchos a utilizar los procesos electorales para aliviar sus dificultades, donde políticos inescrupulosos concretamente compran los votos. La Misión de Observación Electoral (MOE), ha establecido que en Colombia los votantes en un 29% ganan menos de un salario mínimo; el 26% ganan entre 1 y 1,5 salarios mínimos; y el 15% recibe aproximadamente dos salarios mínimos. Respecto al nivel educativo el 41% de los votantes tiene educación secundaria; el 22% educación primaria. Saquen sus conclusiones.
–Predisposición geopolítica. Aquí el regionalismo juega un papel importante. Aparecen movimientos que buscan mayores recursos para la región y el liderazgo geográfico motiva a los electores a votar porque “por fin” van a tener representación nacional. Antioquia y la región Caribe es un buen ejemplo.
–Predisposición religiosa. Hoy tenemos una mayor participación de iglesias o pastores en las elecciones. Los electores asumen sin ningún cuestionamiento las directrices de la congregación y disciplinadamente votan por sus candidatos. Temas como el aborto, el matrimonio igualitario, la educación laica, impuestos a las iglesias, tienen influencia en el momento de decidir por quién sufragar.
–Predisposición abstencionista. Es un alto nivel en Colombia, 40% aproximadamente, con aversión a los partidos políticos y a los políticos. Con su decisión terminan favoreciendo el sistema político que quieren evadir o repudiar. El abandono de los gobiernos de amplias regiones del país con la escasa o sesgada información que reciben, favorece el abstencionismo.
–Predisposición letrada: Son votos ideológicos o de “conciencia” que va relacionado con el bien social, regional o nacional. Este elector tiene acceso a información cualificada que le permite romper con la tradición y adquieren auto-ubicación ideológica a través de la afiliación a partidos, sindicatos y organizaciones internacionales. Las discusiones se dan sobre programas, reivindicación de género, cambio climático, rechazo al armamentismo y la autodeterminación. En la medida que va aumentando el número de colombianos que superan los niveles básicos de educación, se observa una mayor independencia para elegir. El 17% de los electores tienen estudios técnicos o universitarios. En este sector también podríamos ubicar a los del voto en blanco.
Los encuestadores conocen muy bien estas tendencias dentro de la población permitiéndoles hacer encuestas focalizadas y que en algunas ocasiones direccionan, para favorecer a determinado partido o candidato.
En el 2018 votaron para la segunda vuelta 19’520.796 ciudadanos, que de acuerdo a las franjas socioeconómicas su distribución fue así:
Nivel 1: 21% 4.099.922 votos
Nivel 2: 28% 5.465.627 votos
Nivel 3: 23%; 4.489.622 votos
Nivel 4: 12%; 2.342.411 votos
Nivel 5: 9% 1.756.808 votos
Nivel 6: 7%, 1.366.406 votos