Pandemia atacó las finanzas del Ibal

La Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (Ibal) incrementó la cartera de morosos en más de $1.800 millones y disminuido su recaudo, lo que verá reflejado en la inversión en redes y el pago a la deuda en 2021.
El director comercial del Ibal, Óscar Gutiérrez, reveló este viernes en la rendición de cuentas el grave estado en que se encuentran las finanzas de la empresa.
Según el directivo, por cuenta de la pandemia, el Ibal ha dejado de percibir más de $10.000 millones con respecto a lo recaudado en 2019, lo que afectará las inversiones en redes de acueducto y alcantarillado para el próximo año.
“La gestión comercial este año ha sido difícil. Gracias a las medidas que el Gobierno Nacional ha tomado la empresa se ha afectado bastante, principalmente en el recaudo. El año pasado cerramos con $70.000 millones en recaudo, este año no hemos llegado a los $60.000 millones”, sentenció Gutiérrez.
De acuerdo con lo expuesto, una de las medidas que ayudó a mejorar el panorama fue el pago que hizo la Alcaldía de Ibagué de las facturas de los usuarios en el mes de junio lo que representó $4.500 millones en el recaudo.
“Hoy vamos en casi $10.000 millones por debajo del año pasado porque desde la parte de cartera estamos restringidos en la suspensión a los usuarios residenciales”, agregó Gutiérrez.
Además, el Ibal hoy tiene más de 17.000 morosos nuevos. Mientras en 2019 se tenían 9.000 a hoy este número asciende a los 26.000. En cifras, la cartera vencida pasó de $12.300 millones a $13.700 millones, es decir, en casi un año han entrado $1.800 millones de nuevos morosos a la empresa.
“Nos ha afectado mucho el tema de la pandemia y el no pago oportuno de los usuarios. Esto afecta las inversiones que debemos hacer en acueducto y alcantarillado en la ciudad. La idea no es quejarnos, pero sí mostrar la realidad”, hizo énfasis el Director Comercial del Ibal.
Alerta por endeudamiento de la empresa
Y ante el desalentador panorama financiero del Ibal, se suma el incremento de la deuda a largo plazo.
Mientras en 2019 la deuda superaba los $66.000 millones a la fecha, la deuda asciende a los $79.000 millones.
La Gerencia del Ibal solicitó a inicios de noviembre un nuevo crédito por $2.156 millones con la financiera territorial Findeter para dar liquidez a la empresa.
Este empréstito será amortizado con la pignoración de la renta de acueducto y alcantarillado en los próximos tres años.
Pero la difícil situación financiera de la empresa es producto de los endeudamientos adquiridos por la administración del exalcalde Guillermo Alfonso Jaramillo (2016- 2019) y la inclusión de 145 nuevos operarios a término fijo que no fueron tenidos en cuenta en el presupuesto del Ibal (2021 – 20229.
La Contraloría en su informe de auditoría especial a la empresa, conceptuó que, con el ingreso de este personal se puso al Ibal “en riesgo de desfinanciamiento e iliquidez, lo cual redunda en la falta de recursos suficientes para inversión en optimización y modernización de los sistemas de acueducto y alcantarillado”.
Además, dejó claridad que la deuda a largo plazo se duplicó en más del 100 % con respecto a 2018 y el indicador de sostenibilidad de la deuda, que es aquel que mide le nivel de la deuda con respecto a los ingresos estaba en rojo.
Según el órgano de control fiscal, este se ubica por encima del 80 % lo que refleja que la empresa no tiene suficiente capacidad de pago de su deuda.
“De acuerdo con la información analizada, la empresa IBAL presenta incumplimiento del indicador de sostenibilidad de la deuda del 87,8% por encima del límite del 80% establecido en el artículo 6° de la ley 358 de 1997, lo que indica que a cierre de la vigencia 2019 se encuentra en semáforo rojo, esto debido al alto nivel de endeudamiento que registra”, concluyó la Contraloría.