Luis Oviedo, el anti penalti que dejó marca en Colombia

Luis Enrique Oviedo, futbolista ibaguereño, es recordado en el fútbol colombiano, por haber dejado huella como arquero, y una marca: tapar tres tiros desde el punto penalti en un mismo partido.
Luis Enrique Oviedo empezó a hacer historia en el fútbol colombiano, desde que ingresó a la selección juvenil del Tolima. De allí pasó a ser parte del equipo de reservas profesional, participando en este novedoso torneo que permitió descubrir valiosos jugadores nacionales, de 1973 a 1979.
En 1980, recién llegado al Tolima el dirigente Gabriel Camargo Salamanca, decide venderlo al Atlético Quindío por la suma de tres millones de pesos, convirtiéndose su traspaso en el primer negocio que realizó Camargo al asumir la presidencia del club vino tinto y oro. Como arquero del Quindío, dejó una marca que aún es indeleble, atajar tres penaltis en un mismo partido el 11 de octubre de 1981.
Regresó al Deportes Tolima en 1986, segundo semestre, y fue jugador activo hasta 1987. Al año siguiente, en el mismo club tolimense, se convierte en el primer entrenador de arqueros del país y asume este rol hasta el segundo semestre de 1989, cuando Gabriel Camargo decide encargarlo de la dirección técnica de manera interina, encargo que solo duró 20 días, al renunciar y decidir aceptar ser el asistente técnico y entrenador de arqueros del Independiente Medellín, que en 1989 dirigía Jaime Rodríguez.
En 1990 sale Rodríguez del Medellín y llega Julio Avelino Comesaña, con quien continúa hasta el año 1993. Regresó a Ibagué en el segundo semestre de ese año como director técnico de las selecciones Tolima, cargo en el cual duró hasta 1995.
Después de un merecido receso y proceso de aprendizaje y capacitación, regresó al fútbol profesional. Durante los años 2005 y 2006, como entrenador de arqueros del equipo Compensar, equipo de la división B; director técnico del Soacha Fútbol club (2007 , 2008); asistente técnico en el Once Caldas, al lado del ‘abuelo’ Cruz en el año 2011; y en noviembre del mismo año es contratado por el Atlético Quindío como asistente técnico, equipo en el cual permanece hasta la fecha, al lado de Óscar Héctor Quintabani, con quien lleva tres años.

Oviedo, homenajeado en Cali y recibido como héroe en Armenia.
El 11 de octubre de 1981 es para Luis Enrique Oviedo, el día más feliz y grandioso vivido como futbolista. Y no es para menos, ese día fue histórico para él y para el fútbol profesional colombiano, cuando el Atlético Quindío en el estadio Pascual Guerrero de Cali, le ganó al América, gracias a que Luis Enrique Oviedo le tapó tres penaltis al argentino Aurelio José Pascuttini, máximo goleador durante varios años del fútbol profesional colombiano.
Aunque, fueron dos los penaltis sancionados contra el Quindío, uno de ellos debió ser repetido por supuesto movimiento previo de Oviedo, lo cual hizo que la cifra final de tiros desde los 12 pasos atajados, fuera de tres.
Oviedo recordó ese momento inolvidable y memorable, así: “Yo llegué al Quindío de arquero suplente, pero poco a poco me gané la titularidad. Ese día, en el Pascual Guerrero, jugábamos contra el mejor equipo de Colombia. Cuando nosotros salíamos para el campo de juego, nos tiraban cosas, naranjas, tapas. Cuando terminó el partido, todos con el estadio lleno, se pararon y me aplaudían, tenía la piel de gallina. En Armenia me recibieron como héroe.”