Las “mayorías silenciosas” decidirán presidente

Iván Ramírez Suárez
A casi un mes de la elección en primera vuelta de presidente de la República, son muchas las dudas que aún quedan sobre el verdadero resultado que arrojarán las urnas, y el papel preponderante que en esta elección tendrá ese amplio segmento poblacional que representa la juventud y que históricamente se ha denominado por su muy baja participación electoral como “las mayorías silenciosas del país”.
Aunque la abstención en Colombia arroja un promedio muy superior al de la participación electoral, hay dos registros que marcan la tendencia mas reciente: el 68.5 por ciento obtenido en la pasada consulta presidencial de marzo y el del 62,5 por ciento de la votación en el Plebiscito por la Paz del año 2016. Dentro de este segmento abstencionista la juventud representa un porcentaje mayoritario, sector que conforme a numerosos estudios realizados desde la academia, la institucionalidad, organizaciones sociales y no gubernamentales, “no participa porque no cree en los procesos electorales (1); no se sienten representados por ningún candidato (2); no tienen compromisos ideológicos o políticos con los partidos y/o candidatos (3); o están convencidos de que son más los costos que los beneficios obtenidos al votar.” (Fuente, estudio Registraduría Nacional del Estado Civil. 2022).
Dentro de esta lucha política por acercar a la juventud a los candidatos y sus propuestas de gobierno con el propósito de obtener su respaldo electoral, las iglesias cristianas y los movimientos políticos de izquierda le han ganado bastante terreno a las posiciones de centro. La protesta y movilización social juvenil de los dos últimos años ha tenido no solo una lucha por reivindicaciones sociales, sino un alto grado de exigencias políticas que el Gobierno Nacional y el Congreso debieron conceder, siendo una de ellas la creación de los Consejos Distritales y Municipales de la Juventud, que aunque no tienen un poder de decisión real, genera espacios para comprometer a este segmento población en decisiones que trascienden sus intereses y los afectan en su diario vivir.
De igual manera, las posiciones extremas que concluyeron generando violencia, como expresión política juvenil permitió entender que las vías de hecho también hacen parte de su agenda y que serán las soluciones reales a sus problemas y exigencias las que permitirán su apaciguamiento. Según las estadísticas del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, la población juvenil en Colombia con capacidad de votar – de 18 a 24 años – representa el 12 por ciento del total electoral, el que la Registraduría Nacional en su último censo estima en cifra cercana a los 50 millones de votantes.
Es decir, algo más de seis millones de votantes, lo suficientemente alto no solo para marcar tendencia en primera vuelta, sino para decidir en esa misma instancia quién será el próximo presidente de Colombia.