La RAP Eje Cafetero y el Tolima

En los últimos meses, el gobernador del departamento del Tolima, Ricardo Orozco, ha planteado vincular el Tolima a la Región Administrativa y de Planificación del Eje Cafetero. Esta iniciativa ha contado con el respaldo de sus homólogos y diversos actores económicos, no obstante, aún se requiere planear una agenda para concretar temas, lugares comunes y complementariedades.
La RAP Eje Cafetero
En el marco del artículo 306 de la constitución de 1991, en dónde se establece que “dos o más departamentos podrán constituirse en regiones administrativas y de planificación con personería jurídica, autonomía y patrimonio propio”, y la ley Orgánica de Ordenamiento Territorial 1454 de 2011; la Comisión de Ordenamiento Territorial del Senado de la República aprobó la creación de la RAP Eje cafetero en el año 2018. Ésta se configura como un intento de resolver conflictos entre la autonomía territorial y el Estado unitario, y, se constituye con el propósito de llevar desarrollo económico y social a la región.
La RAP Eje Cafetero, está conformada por los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda. Teniendo en cuenta que entre los años 1951 y 1985 la región sostuvo un crecimiento económico anual cercano al 5% por cuenta de la bonanza cafetera y, posteriormente una contracción en este sector económico debido al desmantelamiento del sistema por sustitución de importaciones en los años 70 y el colapso del Pacto Mundial del Café en 1989, se podría plantear que los departamentos en mención comparten diversos elementos culturales, económicos, topográficos e históricos que les permite una armoniosa articulación.
Según el documento técnico de soporte con el que se sustenta la creación de la RAP Eje Cafetero, esta región cuenta con pisos térmicos entre los 500 metros y los 5.400 metros, se ubica entre la cordillera central y la cordillera occidental, posee diversos tipos de relieve y climas, posee el 7% de las zonas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas y, cuenta con una alta aptitud agrícola. Cabe mencionar, que las actividades económicas que más participan en el PIB de la región son: en primer lugar, las actividades de servicios sociales, comunales y personales; en segundo lugar, el comercio, la reparación, los restaurantes y los hoteles, y; por último, la agricultura, la ganadería, la caza, la silvicultura y la pesca.
En el mismo documento la RAP Eje Cafetero se propone “trabajar por la naturaleza y un paisaje prodigioso; el desarrollo sostenibles y respetuoso de los ecosistemas; la igualdad social, la equidad y la paz; la ciencia y la tecnología; la necesidad de construir democracia y superar prejuicios regionalistas; la protección del agua y los ecosistemas; el desarrollo rural y; potenciar la inserción de la región en otros escenarios regionales”, bien sea con departamentos de la región central o con departamentos de la región pacífica.
En el marco de estos principios y este contexto, los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda deciden vincularse en una región administrativa. Actualmente cuentan con fortalezas y ventajas en diversos elementos de competitividad y, pasaron de aportar el 3,8% del PIB nacional en 2018, al 4,1% en el año 2020. Aún son una región pequeña, pero con grandes posibilidades.
¿Es sensato que el Tolima se vincule a la RAP Eje cafetero?
Debido a, por un lado, los resultados en la RAPE-Central, en dónde luego de 4 años los datos del índice departamental de competitividad y demás indicadores económicos evidencian que Bogotá absorbe, concentra y centraliza la competitividad o el desarrollo y, por otro lado, debido a que se comparten diversos elementos culturales, históricos, topográficos y naturales con Risaralda, Caldas y Quindío; el departamento del Tolima ha considerado vincularse a la RAP Eje cafetero.
Esta posible adhesión debe tener diferentes aristas en cuenta: ¿qué ventajas trae para el Tolima?, ¿qué puede aportar el Tolima a la RAP Eje Cafetero?, ¿existe compatibilidad?, ¿qué cuidados debe tener el Tolima?…
En primer lugar, la concentración del desarrollo está relacionada con la desproporcionalidad entre las partes vinculadas, es decir, las grandes economías tienden a absorber a las pequeñas. Sobre este argumento, los tres departamentos del eje cafetero no se vincularon a la RAPE Pacifico y, sobre este argumento el Tolima opta por encontrar socios con proporciones más equitativas o menos disparejas.
Para identificar ventajas en la RAP Eje Cafetero que puedan contribuir al departamento del Tolima, se revisó cada uno de los indicadores que conforman el índice departamental de competitividad 2019. En términos de TIC´S, el eje cafetero puede contribuir al Tolima debido a la ventaja que le lleva; en cuanto a la sostenibilidad ambiental, el Tolima puede aprender de los departamentos de Quindío y Risaralda debido a que están mejor posicionados y puede contribuir al departamento de Caldas, debido a que es el más rezagado; en referencia a la educación superior, los departamentos del eje cafetero le llevan mucha ventaja al departamento del Tolima, en ese orden de ideas, el Tolima puede plantear diversos proyectos de articulación en esta materia, para potenciar su educación técnica, tecnológica y profesional; respecto al indicador “entorno para hacer negocios”, existen departamentos del eje cafetero que se encuentran incluso por encima de Bogotá, esto se debe a que la región apuesta mucho por la creación de gestores de competitividad, plataformas logísticas y el desarrollo del comercio exterior de la región, elementos que podrían ser de gran provecho para el departamento del Tolima, ya que se encuentra muy rezagado en esta materia; en términos de mercado laboral el Tolima se encuentra muy lejos frente a los departamentos de Caldas y Risaralda, pero se encuentra por encima del departamento del Quindío; por último, en indicadores como sistemas financieros, tamaño de mercado, sofisticación y diversificación, innovación y dinámica empresarial, salud, infraestructura o educación básica y media, existe mediana o poca diferencia.
Lo anterior evidencia que la región cafetera posee muchas potencialidades y virtudes que pueden ser benéficas para el departamento del Tolima en una posible vinculación. Ahora, la creación de la RAP Eje Cafetero se soporta, según su documento técnico, sobre la “teoría sistémica”, basada en estructuras abiertas y propensas a la afinidad, la receptividad y la complementariedad, es decir, se soporta sobre un modelo en el que “todos ponen”. Quindío aporta en turismo y cafés especiales; Caldas aporta en formación y capital humano y; Risaralda aporta en logística, comercio y manufactura. ¿Qué podría aportar el Tolima?
En segundo lugar, el departamento del Tolima tiene la potencialidad de aportar a diversos ejes estratégicos trazados por la RAP Eje Cafetero. Podría aportar en turismo y paisaje cultural, ya cuenta con recursos naturales importantes y cuenta con una posición geográfica estratégica por donde transitan la mayoría de visitantes provenientes de Bogotá. Podría contribuir al desarrollo rural, debido a la vocación agrícola de muchos de sus municipios y la producción de cafés especiales. Por otro lado, en materia de sostenibilidad ambiental, el departamento del Tolima viene obteniendo resultados positivos en términos de negocios verdes, elemento que puede ser articulado con los diversos proyectos de ecoturismo adelantados en el eje cafetero, y; por último, en términos de infraestructura estratégica, teniendo en cuenta que la RAP decidió por unanimidad fortalecer la construcción de vías, con el departamento del Tolima se podrían llevar a cabo proyectos importantes como la vía Cambao-Manizales y la culminación bidireccional del túnel de la línea.
De acuerdo con lo anterior, además de ser compatibles en términos productivos, ya que el comercio, los hoteles, la reparación, la agricultura y la pesca son sectores de mucha importancia en el departamento del Tolima, y de ser compatibles en términos de vocación, e incluso, en algunos municipios, en términos culturales e históricos, el Tolima cuenta con particularidades y diferencias que pueden ser afines a los intereses de la RAP Eje Cafetero, características que pueden generar un beneficio común.
Por último, además de lo anterior, el departamento del Tolima debe tener dos puntos en cuenta: el primero, que el Plan Estratégico Regional (documento de planeación y gestión que orienta las acciones de la RAP) del eje cafetero aún se encuentra en formulación, según sus encargados, “priorizará corredores logísticos y la articulación de diferentes gestores de competitividad”, elemento que debe ser tenido en cuenta cuando el Tolima ponga a consideración su postulación en la RAP Eje Cafetero; y, en segundo lugar, el departamento del Tolima debe tener cuidado con los problemas administrativos que tiene la RAP, ya que diversos proyectos se han estancado debido a que se ha cambiado 4 veces de gerencia en sólo dos años, es decir, un gerente cada 6 meses, contexto que dificulta la gestión, la articulación y el liderazgo.
En síntesis, el departamento del Tolima puede tocar las puertas de la RAP Eje Cafetero, y ésta a su vez puede abrirlas, pueden beneficiarse en un ejercicio de articulación reciproco, teniendo en cuenta sus proporciones, compatibilidades, diferencias y complementariedades, no obstante, la RAP debe trabajar por resolver las dificultades gerenciales para beneficio de todos sus asociados y para preservar la confianza de los que se quieran adherir.