Jóvenes, rebeldes con causa

Después de más de 40 días de Paro Nacional y agotadas, como parecen estar, las instancias de negociación directa entre el Comando Nacional de Paro y los demás sectores sociales con el Gobierno Nacional, el Presidente Duque decidió hacer públicas las medidas a adoptar en favor de la juventud. COFRADÍA analizó estas medidas y consultó la opinión de líderes juveniles sobre estas posibles soluciones.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, la tasa de desempleo en las personas de 14 a 18 años se halla en el 23,9% para el primer trimestre del 2021. Además, la población juvenil “Ni-Ni”, es decir, que ni tiene empleo ni accede a la educación, alcanzó un 27,7%. Sumado a estos indicadores la última encuesta nacional sobre jóvenes llevada a cabo por la Universidad del Rosario, Cifras & conceptos y El Tiempo, evidenció amplia deslegitimidad hacia las instituciones por parte de este segmento poblacional y una positiva percepción (71%) sobre los resultados que genera la protesta social en Colombia. En ese orden de ideas, no es una coincidencia que los jóvenes desempeñen un rol protagónico en las manifestaciones del país.
Teniendo presente lo anterior, el Gobierno Nacional ofreció en el mes mayo un paquete de medidas o concesiones a los manifestantes para atender las necesidades de los jóvenes.
Las medidas
El Gobierno Nacional considera que el acceso a la vivienda es un elemento importante en las necesidades de los jóvenes, por eso lanzó el programa “Jóvenes propietarios”, para que personas entre 18 y 28 años puedan obtener un crédito hipotecario con algunas ventajas. Este crédito se hace a través del Fondo Nacional del Ahorro con una tasa preferencial de hasta el 6,8%, puede financiar hasta el 90% del valor de la vivienda y el Gobierno puede servir como fiador, con garantías 100% subsidiadas durante los primeros 7 años, a jóvenes con ingresos menores a 2 salarios mínimos.
El anuncio del Ministerio de Vivienda fue acompañado con exaltaciones al ejecutivo, pues afirma que esta población representa el 41,1% de los compradores de vivienda (VIS), y que el 50% de esas compras se han hecho con subsidios entregados por la presidencia. Ahora, teniendo en cuenta las cifras entregadas por el Ministro Jonathan Malangón, si para el año 2020 se compraron 125.000 viviendas (VIS), de las cuales 51.374 fueron adquiridas por jóvenes, ese 50% de subsidios representa apenas un poco más del 0,55% del total de la población en ese rango de edad.
Por otro lado, teniendo en cuenta los indicadores expuestos sobre el desempleo, el Gobierno lanzó un plan para el empleo juvenil, el cual tendrá un costo de 1 billón de pesos y curiosamente hacía parte de la fallida reforma tributaria del exministro Carrasquilla.
El plan consiste en estimular la contratación de jóvenes mediante el subsidio del 20% del salario mínimo, que en la práctica equivale a los costos de seguridad social. La empresa que aspire al beneficio debe estar en el sistema PILA y los empleos deben ser nuevas vinculaciones. Según el Ministro de Trabajo Ángel Custodio Cabrera, este plan tiene como meta generar en un año 500.000 empleos nuevos para jóvenes colombianos.
Por último, el Gobierno aseguró la matrícula cero. Esta medida consiste en garantizar gratuidad en la matrícula para estudiantes de estratos 1, 2 y 3 en instituciones públicas de educación superior durante el semestre B-2021. En honor a la verdad, vale la pena mencionar que el proyecto de ley que buscaba matrícula cero y que fue recientemente hundido en el Congreso es una iniciativa diferente, que obedece a un proyecto radicado en noviembre del 2020 y no afecta la medida tomada por el ejecutivo, que sale de una reasignación presupuestal.
Opinan los jóvenes
La Revista Cofradía consultó a jóvenes que ejercen liderazgo en universidades o que participan en manifestaciones, para conocer sus opiniones sobre estas medidas, esto fue lo que dijeron:
“Me parece que es una medida cuestionable, porque no sabemos si podremos acceder a este programa o podremos sostener los pagos de las mensualidades, porque hablando localmente, Ibagué es la ciudad número uno de desempleo juvenil; la cuestión central del programa “jóvenes propietarios” es beneficiar el negocio de las constructoras; ahora, no está mal que ellos vendan, lo que está mal es que este programa sea vendido como una solución a los problemas de la gente. Hay que tener unos ingresos mínimos y Colombia tiene altos índices de desempleo, actualmente a la gente no le interesa comprar vivienda, lo que le interesa es poder comer, estudiar y trabajar”.
“Ahora, sobre el plan de empleo, lo primero es que nada asegura que se darán esos empleos en un año, son muchas más las problemáticas de los jóvenes y hay que tener en cuenta que los que salen a las calles no son únicamente universitarios, salen también los jóvenes ni-ni, y pues en estos programas no los tienen en cuenta; Yo le recomiendo al Gobierno que primero se acerque a lo local y sepa cuáles son las necesidades reales de nosotros los jóvenes; se necesitan empleos que le permitan al joven mantenerse y a la vez educarse”, expresó Cristian Guzmán, representante estudiantil de la facultad de Humanidades de la Universidad de Ibagué.

Por otro lado, María José Macías Medina, estudiante de ingeniería agroindustrial e integrante de la Federación Colombiana de Estudiantes manifestó: “No veo que responda a los motivos que mantienen a los jóvenes en las calles, aunque puede suplir una parte de las necesidades, lo veo como pañitos de agua tibia; esto lo hace en son de poder calmarnos, diciendo que ya vamos a tener vivienda, educación o empleo. Yo pienso que todo esto empieza desde la educación, hay que garantizar que todos los niños y niñas del país tengan una educación digna. Hay que también mirar a personas que tienen avanzada edad, ya tienen pensiones y siguen trabajando, quitándole el puesto a un recién egresado”.
Por último, Cofradía entrevistó a dos jóvenes ibaguereños que pertenecen a la población Ni-Ni (no quisieron dar sus nombres), esto expresaron: “Yo digo que el gobierno desde hace muchos años ha prometido mucho y no ha cumplido, sería fabuloso que todo lo que dice se cumpla. Hay muchos casos de personas que salen de la Universidad y no encuentran trabajo. Tal vez sí se logre la meta, pero el Gobierno debe ser honesto. A mí me gustaría trabajar para poder pagar mis estudios, cuando uno sale de bachiller y no tiene un buen ICFES toca pagar millonadas por algo que debería ser un derecho. “Quizá ayuda, pero 500.000 es poco. Por otro lado, estudiar es un privilegio, yo quiero estudiar, pero mis papás no me pueden pagar la universidad, entonces todo se queda en sueños. Queremos más oportunidades, y eso no significa que nos regalen las cosas, por ejemplo, que no nos piden 5 años de experiencia para poder trabajar”.