Impacto

Mi amiga Pilar Alonso, desde Cáceres (España) al leer mi anterior columna que titulé RESPUESTAS, me escribió por whatsapp: “¡Qué interesante! ¿Publicaréis después las conclusiones?» Este requerimiento me obliga a hacer algunas reflexiones ligadas a ese cuestionario.
1.- La Incidencia del COVID 19 en la vida familiar: En Colombia, entre enero y septiembre de 2020 12.637 parejas se divorciaron, mientras en el mismo período de 2019, lo hicieron 17.855 (29% menos).
El aislamiento y el desempleo pueden generar altos niveles de ansiedad, incidiendo en violencia intrafamiliar, pero a su vez, se dan oportunidades de sosegar el estilo de vida donde el trabajo y las relaciones sociales fuera del hogar ocupaban más tiempo. El mutuo apoyo en tiempos difíciles reforzaron las relaciones interpersonales, creando nuevos comportamientos. Al menos una de las preguntas recurrentes de la pareja y que generaba conflicto – ¿y dónde estabas? – se pasó de dar respuestas temerosas a respuestas seguras: en la sala, en la cocina, en el patio etcétera, sin generar ninguna duda sobre la veracidad de la misma.
2.-Las nuevas realidades generadas por la pandemia permitieron “aterrizar” a los incrédulos para que asumieran una mayor responsabilidad individual, familiar y social. Hoy tenemos más herramientas para frenar la mentira o la decadencia de la verdad (definición de Obama) y evitar mayores daños.
3.- Sobre la calidad de la enseñanza la discusión no debe centrarse en clases virtuales o presenciales, sino en el propósito de la educación, es decir, si sigue siendo una acumulación de conocimientos o la formación integral del alumno para dar respuestas adecuadas a un mundo cambiante.
4.- La nueva modalidad laboral del trabajo virtual está conllevando a nuevas formas de vida, porque nos está quedando más tiempo libre (menos horas en vehículos). Un mayor número de personas busca alternativas de vivir fuera de las grandes ciudades, que le permita una mayor convivencia con la naturaleza. No hay duda, esta es una gran oportunidad de cambiar, para mejorar.
5.- En países con alto índice de desigualdad, las condiciones de vida de miles de familias se deterioran por la falta de oportunidades laborales. El Estado debe asumir responsabilidades con programas de inclusión social y una respuesta clave es la renta básica para desempleados y acceso a un sistema financiero regulado. El ingreso básico o renta mínima vital, garantiza los mínimos de subsistencia de las familias y reduce los índices de inseguridad. A este esfuerzo se deben sumar las empresas privadas que tienen una responsabilidad social, buscando alternativas para evitar el despido masivo de trabajadores y su contribución debe de ir mas allá del pago mínimo de impuestos.
6.- La diversidad seguirá estando presente en nuestro diario vivir y el respeto a esas diferencias es lo que nos permitirá vivir en paz.
La homogeneidad ideológica, es un retroceso en la historia. Es hora de frenar políticos y gobiernos que con sus arengas conllevan al odio; los gobernantes autócratas que aprovechan la ignorancia para agitar fantasmas han generado un clima de desconfianza que agita la violencia. Por ejemplo, en EE.UU ganó la sensatez frente a la chabacanería; Trump se resiste a su desplome y abre brechas antidemocráticas, pero inteligentemente los ganadores no han caído en la trampa de la confrontación por fuera de la ley. Una de las lecciones que nos deja Trump, es de que los líderes “carismáticos” que arrastran multitudes vociferantes, no son la solución y que cuando se habla permanentemente y se insulta insistentemente, es porque sus únicos argumentos se fundamentan en imaginarios y no en realidades.
7.- La vacuna contra el COVID 19 es una realidad; la forma de distribución y aplicación de la misma es el dilema y no estamos preparados para esa tarea titánica de llegar al mayor número de ciudadanos sin poner en riesgo su salud. La aplicación masiva de la vacuna requiere de infraestructura y protocolos que eviten un mal mayor, por los contagios que se pueden dar en los lugares donde se aplicará.
8.- Lo que ha alterado la pandemia, es una oportunidad para reparar el daño que hemos hecho al medio ambiente; el apoyo a los demás en este difícil trance, nos reivindica como buenas personas en los términos de calidad humana; desviarnos de los preceptos populistas nos permitirá fortalecer la democracia y crear nuevas prácticas solidarias ayudará a suscitar un mundo nuevo.