H2O

Rubén Darío Ramírez Arbeláez
La Organización de Naciones Unidas (ONU) advierte que la privatización del agua viola derechos universales y profundiza las desigualdades, es decir, que si los gobiernos no toman medidas regulatorias, el agua tendrá el mismo futuro del petróleo y los metales preciosos.
Mientras el mundo está preocupado por la pandemia, economistas del lucro están maquinando negocios, y uno de ellos es la cotización del agua en mercados futuros. Los expertos dieron la voz de alarma por la escasez de agua, e inmediatamente el agua entró a la bolsa bajo el nombre de NQH2O cotizando como el petróleo; cotizó a 486,53 dólares acre-pie que equivale a 1.233 metros cúbicos.
Ya en California (USA), se venía deslumbrando el negocio del agua. Su precio, sube constantemente y se duplicó en el último año.
Desde tiempo atrás, se vienen produciendo conflictos por el agua. India y Pakistán tienen problemas bélicos por el agua del río Indo; Irak y Turquía confrontan por el agua en los ríos Tigris y el Éufrates; y Egipto y Etiopia, se disputan el agua del Nilo Azual.
En Bolivia, en el año 2000 se generó un conflicto social con muertos y heridos por la privatización del agua potable. Otro ejemplo que dan los analistas, es la especulación con el servicio de agua privatizada. En Chile, en el valle de Copiagó, la especulación apareció cuando se entregaron mas derechos de uso del agua, de los que había disponible.
Aunque el agua es el recurso hídrico mas abundante del planeta, el 3% es agua dulce y solo el 1% es apta para el consumo humano.
La ONU, estima que aproximadamente 2.000 millones de personas (somos 7.700 millones), es decir, el 26% de la población, o carecen de agua potable o tienen graves problemas diarios para tener acceso a ella, teniendo como consecuencia el desplazamiento de miles de personas.
La OMS calcula que un 1.600.000 personas mueren cada año de enfermedades diarréicas, relacionadas con la calidad del agua, de las cuales el 90% son menores de 5 años.
En América Latina y el Caribe, el 14% de la población tiene dificultades para el acceso normal al agua y un 11% de problemas graves de saneamiento. 81 millones de personas en zonas rurales siguen sin conexión de agua potable. todos ellos, de bajos ingresos y dificultades para tener obras de infraestructura. Cientos de miles de ciudadanos tienen que recorrer largas distancias, realizar pozos individuales sin garantías de calidad, conexiones ilegales, colección de aguas lluvias de escasa duración, o recogerlas de ríos contaminados y sin tratamiento previo.
Actualmente con la pandemia, se incrementó el consumo de agua. La invitación a lavarse frecuentemente las manos durante 20 segundos, no será posible para muchos hogares si se privatiza el servicio.
Una persona gasta entre 1.000 y 1.700 metros cúbicos de agua por año. Se considera escasez de agua cuando el nivel cae de 1,000 metros cúbicos por persona año. Como ejemplo, el gasto de agua diario de lavado de un coche con manguera, está entre 200 y 500 litros.
Claro, que algunos me dirán que ahorran agua porque con el confinamiento lavan menos la piyama.
En Colombia tenemos dos ejemplos claros acerca de lo que se puede lograr si tenemos responsabilidad social: la tarea de líderes ambientalistas se opusieron a la explotación de oro en el Páramo de Santurban, y la de las cuencas de Anaime ,Cajamarca e Ibagué, para la puesta en marcha de la explotación de la mina de oro de La Colosa.
El cuidado de paramos y las cuencas hidrográficas, no solo tienen que ver con el agua, centenares de especies de plantas, especies de aves y mamíferos, pueden estar en peligro de extinción.
Es hora de exigir al gobierno nacional, gobernaciones y alcaldías. de que inicien un inventario de los conflictos zonales, veredales y vecinales, que se producen por el control de fuentes de agua y su distribución, incluyendo los problemas con los distritos de riego. La preocupación actual estaba centrada en la cobertura y la calidad de los servicios de agua potable y saneamiento, ahora, se le agrega si en el futuro tendrá o no el poder adquisitivo para obtener el líquido.
En las próximas decisiones democráticas para presidente, gobernadores, parlamentarios, diputados y concejales, quienes no se comprometan con la preservación de las cuencas hidrográficas, garantía del suministro domiciliario a 50 años, la calidad del agua, y a no privatizar el servicio de agua potable, no deben contar con el respaldo de su voto.