El urbanismo de hoy: ¿Hacia dónde va Ibagué?

* Javier Arbeláez Luna
Para el futuro próximo, en el necesario interés común del bienestar de quienes habitamos este lugar privilegiado, se hace esencial que hablemos de urbanismo (planeación del desarrollo físico de un territorio para quienes habitamos en él), para abordar el tema de infraestructuras necesarias como parte del fin y tocar un tema trascendental como el de la movilidad, donde se privilegie el peatón, se involucre la bicicleta como medio, se racionalice el transporte público y se pongan condiciones óptimas para otros medios de transporte. Sin embargo, debemos saber que para lograr todo esto y vivir bien requerimos de la convivencia, ya que es la ciudad la que nos genera las condiciones de la vida. Es allí donde trabajamos, nos recreamos, generamos intercambio de bienes, compartimos con la naturaleza, nos relacionamos y nos respetamos. En la ciudad confluyen tantas cosas que nos apasionan, entre ellas la vida urbana y poder ser felices en ella.
Ibagué tiene condiciones que se han vuelto refranes en el tiempo, ya los hemos oído, sabemos de ellos, pero es momento de hacer por ellos. Si somos musicales, si estamos cerca de Bogotá, si nuestro clima y paisaje son envidiables entonces trabajemos, pensemos en Ibagué como un lugar de destino. Vivir cerca de Bogotá anuncia buenos vientos porque allí se encuentra en gran medida la gente que se pensiona, el adulto mayor, el que ya no desea vivir en una ciudad tan compleja y congestionada. Ibagué es la ciudad que proporciona recuerdos ancestrales y que reconoce su identidad.
Seguramente en algún momento ampliaremos sobre las virtudes cívicas, sobre ese gran baluarte que es la música, la gastronomía en auge, los equipamientos de salud en continuo crecimiento, las proyecciones y estudios en materia de movilidad con serias propuestas para el manejo del transporte masivo con trenes livianos, el desarrollo de planes parciales en sectores como El Salado, entre el parque Deportivo y el Aeropuerto, en la zona del Campestre – Picaleña, áreas planeadas con ofertas interesantes en la producción de espacio público como el caso de La Samaria, proyectos anunciados como el Musicamino, el boulevard de la Quinta, el Centro Multipropósito, la central de abastos, y en general, proyectos de infraestructura para responder al actor principal que es el peatón, mejorar la calidad de vida de quienes vivimos en esta ciudad y ofrecerles una oportunidad de turismo a los visitantes, como pieza fundamental en la economía, en el dinamismo del comercio, la hotelería y por supuesto en el empleo.
Haré énfasis en las infraestructuras requeridas para consolidar lo dicho como el sostén del desarrollo:
1.Pensar en el agua potable distribuida, almacenada, contabilizada y que satisfaga las demandas reales presentes y futuras requeridas.
2.Proyectos como el Musicamino son esenciales para seguir consolidando el estatus de Ibagué como Ciudad Musical, así como un urbanismo pensado y creado para el disfrute de los espacios colectivos que permitan caminarlos y encontrar en los edificios referentes de la ciudad las expresiones de la educación, de las presentaciones artísticas y por supuesto, de nuestra cultura identitaria.
3.Uno de los retos mas importantes a nivel vial es el desarrollo de la Circunvalar por etapas: diseñar la vía con el carácter paisajístico. Su primera fase podría ser el tramo correspondiente al área de San Jorge, tramo vial que debe reconocer los atributos del área como el parque, la antigua granja, la institución educativa, el entorno, la reserva ambiental, que sin duda le proporcionaría un bello acceso a nuestra ciudad ya que permitiría tener una conexión con el área céntrica de Ibagué y así, reducir el embudo producido por la morfología de la ciudad y generar que los principales ejes viales se unan en un mismo lugar.
4.Pensar en un sistema de movilidad que privilegie al peatón, reconozca que las ciudades evolucionan constantemente y por eso hoy, queremos que todo nos quede más cerca. Esta situación ha dado lugar a un debate sobre las ciudades a ‘’cronómetro’’, que consiste en contabilizar los minutos que nos demoramos para llegar a un determinado lugar, ya sea caminando, usando medios alternativos como la bicicleta o el transporte público. Es decir, buscamos siempre la manera en que podamos llegar mas rápido a nuestro destino planeado.
Para Ibagué es fundamental el Sistema Estratégico de Transporte Público, SETP, así como la idea de concebir y articular la propuesta de transporte masivo por sistema de trenes y monorrieles eléctricos. Considerar la antigua vía férrea, los ejes de vivienda – trabajo – recreación, la organización de las áreas de centralidad del musicable y la alternativa de otros cables rurales para vencer la topografía de la ciudad, mover la producción y propiciar el turismo. Sistemas que no requieren aplazamiento, por el contrario, serían concordantes para la movilidad eficiente y brindarían la experiencia de los recorridos como parte de la calidad de vida y el desarrollo del turismo.
Actualmente la administración municipal adelanta el proyecto denominado Alameda de la Quinta, que materializa la expresión expuesta y que será sin lugar a dudas un detonante de desarrollo urbanístico que mejorará el entorno económico y social de nuestra ciudad.
5.Otro aspecto necesario para conseguir una eficiente movilidad son las vías transversales, entre ellas:
– La 25, denominada así como la conexión desde la variante utilizando la calle 24 y la 25, par vial hasta conectar y cerrar el circuito Ambalá y el anillo de movilidad sobre esta vía que permita realizar el empalme con la 103, vía que tendrá que empatar con la que brinda acceso hacia Mirolindo desde la variante.
– La Pedro Tafur o la diagonal 83 es otro de los más importantes corredores viales que tiene Ibagué, ya que prolonga el acceso desde la variante en par vial expuesto por la concesión San Rafael, incluyendo las soluciones a las intersecciones de la glorieta de Mirolindo con la vía al aeropuerto y la 5ta sur. El barrio Ciudad Luz y el acceso a la ciudadela Simón Bolívar tendrían soluciones simples como las glorietas y redomas para pacificar y agilizar el tránsito, así como el cierre del retorno de la glorieta de Mirolindo o cruce del Éxito para utilizar de manera eficiente el puente haciendo uso de las manzanas adyacentes como retornos.
– Es fundamental la continuación de este corredor pasando por el sector de Las Margaritas y por un puente sobre el Río Chipalo, del cual ya existen los diseños para unir los desarrollos urbanísticos de la Hacienda Santa Inés junto con las calzadas existentes y luego empatar la glorieta del barrio Cañaveral.
– La rotonda de la calle 94, como solución al empate de esta vía con la del Aeropuerto, que permite la conexión segura de las calzadas que conducen a barrios de la comuna 8 y que pasando por el barrio Villa Vanessa, se aproximaría de nuevo al sector denominado Hacienda Santa Inés.
Debo resaltar los talleres propiciados por la Secretaría de Infraestructura del Municipio y la Sociedad Tolimense de Ingenieros para tratar temas de movilidad, con soluciones para el corto plazo tomando el corredor de la Pedro Tafur como principal escenario.
*Ex secretario de Planeación / Gestor desarrollo urbanístico La Samaria.