“El personero nos robó” Segunda Parte

En la edición anterior de COFRADÍA (número 17) hicimos público el relato de una pareja humilde de Coyaima, quienes se sienten víctimas del hurto de una cifra cercana a los 30 millones de pesos producto del retroactivo de la pensión y sindican del hecho al personero de Coyaima y su esposa, la abogada que realizó el trámite ante Colpensiones.
En una de las paredes del despacho del Personero Municipal de Coyaima Jayson Darío Maldonado Roa, cuelga un pendón ambientado con figuras de un anciano, indígenas, jóvenes y niños, con un escrito en letras resaltadas y sin puntuación, que dice: “Denuncia toda violación. NADIE PUEDE ARREBATARTE LOS DERECHOS HUMANOS SON TUYOS TE PERTENECEN SIN IMPORTAR QUIEN SEAS SIEMPRE TENIENDO EN CUENTA QUE TU TAMBIEN TIENES UNOS DEBERES Y RESPONSABILIDADES FRENTE A LA SOCIEDAD.” (Ver fotografía)

Al leer el mensaje quedé perplejo. No podía entender cómo los cargos y delitos formulados al Defensor del Pueblo y los derechos de las personas de ese municipio, iban en contravía con el mensaje misional de esa institución. Al preguntarle a su secretaria si podía entrevistarme con él, me respondió que no estaba, por lo que decidí llamarlo al teléfono móvil personal en varias oportunidades, sin que éste respondiera. Actuación similar hice con la abogada Claudia Fernanda Rojas Esquivel, obteniendo el mismo resultado.
Los denunciados son esposos
Conocidos y verificados los hechos mediante los cuales Jorge Iván Guzmán y María Emilia Mejía pusieron en conocimiento de las autoridades los delitos atribuidos al personero y la abogada por él recomendada, Cofradía conoció que Jayson Darío Maldonado Roa y Claudia Fernanda Rojas Esquivel están casados, estudiaron al mismo tiempo su carrera de Derecho en la universidad Cooperativa, trabajaron durante varios años en el Juzgado Segundo Administrativo de Ibagué y tienen en común dos hijos menores de edad. En la actualidad, la abogada Rojas Esquivel es funcionaria del Municipio de El Espinal y vive en la misma residencia con el personero de Coyaima y sus hijos en una casa ubicada en el Municipio de Saldaña.

Contra la pareja, Jorge Iván Guzmán y María Emilia Mejía presentaron denuncia penal por el delito de hurto calificado por suma aproximada a 30 millones de pesos, queja disciplinaria ante el Consejo Seccional de la Judicatura, y contra el personero queja disciplinaria ante la Procuraduría Provincial de Chaparral.
Las denuncias no avanzan
Consultados los denunciantes sobre el avance de las investigaciones dijeron: “la denuncia penal la presentamos en la Fiscalía Local de Coyaima el 18 de enero de 2019, de ahí la enviaron para una fiscalía Seccional del Espinal y hasta la presente no sabemos nada.
“La queja ante el Consejo Seccional de la Judicatura contra la abogada Claudia Fernanda Rojas Esquivel, está en Ibagué, allí hicieron una audiencia y yo estuve con la abogada y un juez, yo le dije en su cara que los dos nos habían robado, el juez la presionó y la abogada se puso a llorar. No me han vuelto a citar.”
Con relación a la queja disciplinaria contra el personero Jayson Darío Maldonado Roa, que investiga la Procuraduría Provincial de Chaparral, esto expresó María Emilia Cárdenas: “la presenté el 15 de febrero de 2019, a mi me llamaron el 23 de abril del mismo año a que diera explicaciones y documentos, yo lo hice y desde esa fecha no sabemos nada. Ese señor como que es muy poderoso porque no le hacen nada y nos robó la plática de la pensión. Aquí no hay Justicia.”
Hasta su familia se siente víctima de la pareja
Cofradía insistió en conocer la versión de la pareja de esposos Maldonado – Rojas, por lo que por mensaje que me enviaron por las redes sociales fui a la residencia de la pareja ubicada en el municipio de Saldaña, sin que fuera posible encontrarlos. Por el contrario, tuvimos contacto con su padre Darío Maldonado, quién al saber el motivo de mi visita expresó que quería dialogar sobre el tema.
En una residencia cercana a la de la pareja, en el mismo barrio, viven los hermanos José Luis Maldonado Cárdenas y Rosa Aura Maldonado Cárdenas, hermanos del padre del personero de Coyaima Jeyson Darío Maldonado.

José Luis narró, en presencia de sus hermanos (Darío y Rosa Aura), cómo su sobrino Jeyson Darío abusó de la confianza de su padre, quien por estar reportado por mora en las centrales de riesgo no pudo obtener un crédito en el Banco Agrario de Saldaña para poder pagar semestres de la carrera de Derecho que estudiaba el actual personero de Coyaima. Ante ese hecho, decidió transferir la propiedad de la casa a su hijo (personero) para que pudiera acceder al crédito y pudiera concluir sus estudios profesionales. Concluida la carrera de abogado y ya ejerciendo como profesional, el padre de Jeyson le solicitó a su hijo la devolución del título de propiedad mediante escritura, a lo cual éste se negó. Tras meses de insistencia sin obtener lo solicitado, el padre del personero decidió obtener el certificado de tradición del inmueble, y cual no fue su sorpresa al constatar que éste ya no aparecía a nombre de su hijo, sino que había sido transferida la propiedad a su esposa, la abogada Claudia Fernanda Rojas Esquivel.
Ante el enfado e insistencia del padre para que le devolvieran la propiedad del inmueble, el personero trató de expulsarlo del mismo, el que ya es compartido como residencia con la pareja y sus hijos. Esto provocó la solidaridad y apoyo de los hermanos del padre, José Luis Maldonado Cárdenas y Rosa Aura Maldonado Cárdenas, quienes le insistían en la devolución. Como respuesta a las continuas reclamaciones de los hermanos del padre, el personero decidió agredir físicamente a José Luis Maldonado, y acompañado de otra persona cercana a su núcleo familiar le causaron lesiones físicas agresiones verbales, que son de conocimiento de la Fiscalía Local de Saldaña, según noticia criminal presentada el 26 de febrero de 2021.
Habla el padre del personero
Darío Maldonado es el padre del personero de Coyaima, Jeyson Darío Maldonado. Muy acongojado y en silencio escuchó lo que sus hermanos le contaban a la revista Cofradía. Aunque al principio guardó total silencio, al finalizar sus hermanos, dijo: “yo quiero hablar.”

Cofradía lo escuchó: “yo estoy muy dolido por lo que hizo mi hijo. Mi padre me enseñó que la honestidad es lo que más vale de una persona. Pero yo soy muy creyente en Dios y sé que mi hijo necesita pagar lo que hizo, para que pueda sufrir en carne propia el castigo y corrija su actuar y vuelva a ser como somos nosotros, su familia. No digo nada más, porque con mi abogado vamos a iniciar acciones judiciales para que me devuelva mi casa, por lo que mi abogado me dijo que no fuera a decir nada más.”