De nuevo la edición impresa

Después de un merecido receso, la revista COFRADÍA circula de nuevo este mes como edición impresa bajo el mismo formato, cantidad y calidad del número 29. No es una tarea fácil procurar mantener en circulación un medio de comunicación impreso – al cual nos acostumbramos quienes acumulamos más de 50 años de vida – porque la inmediatez de los medios digitales y las redes sociales, nos obligan a competir bajo unas condiciones económicas bastante desfavorables, por un lado, y por el otro, por la exigencia adicional de un valor agregado de profundidad y calidad en los contenidos que nos permita cautivar y aumentar el segmento poblacional al que nos dirigimos.
Sin embargo, quienes hacemos equipo en nuestra revista impresa y digital, creemos que aunque para nosotros lo importante no es la inmediatez y primicia de la noticia, sino el análisis y opinión, hay lectores que se nutren de éstas, por lo que el reto presente y futuro es tratar de satisfacer, además, estas necesidades para seguir proyectándonos como un medio influyente en lo regional y nacional.
La historia del periodismo escrito en el Tolima, aunque ha sido abundante en medios impresos y digitales, demuestra que la dependencia de la pauta oficial ha sido una espada de Damocles que siempre ha estado ahí, pendiente de caer cuando la denuncia, análisis y opinión lesiona o pretende lesionar los intereses de quienes ejercen el poder económico, social o estatal. Con muy escasas excepciones – EL NUEVO DÍA Y EL DERECHO – el periodismo critico e independiente de estos medios regionales, en tiempos diferentes, lograron superar estas limitaciones y mantuvieron una continuidad y permanencia con una marcada independencia de su línea editorial, posición que hoy nos marca una huella digna de seguir
Para la revista COFRADÍA es este el principal reto, por lo que con bastante limitación, pero con una seguridad y confianza de lograr superar esta etapa difícil y crítica que golpea a los medios de comunicación impresos, seguiremos adelante procurando mejorar y avanzar con el apoyo y confianza de un gran número de lectores y colaboradores, que esperamos vaya aumentando y fortaleciéndose con la aparición y circulación de cada una de nuestras próximas ediciones.
Al cierre de esta edición se realiza en nuestra amada Ciudad Musical de Colombia, una edición más del FESTIVAL NACIONAL DE LA MÚSICA COLOMBIANA, la número 37 y el séptimo ENCUENTRO NACIONAL DE MÚSICA DE LAS REGIONES, gracias a la tozudez, perseverancia y paciencia franciscana que cada año tiene que hacer la FUNDACIÓN MUSICAL DE COLOMBIA para lograr mantener viva una llama artística y de identidad que nos enaltece por Colombia y el mundo.
No doy nombres para no tener después que sonrojarme por el olvido inconsciente de no haberlos nombrado a todos. Pero sí es necesario resaltar que aparte de este importante y selecto colectivo, también hay un buen grupo de coterráneos, que silenciosamente hacen su aporte directo o indirecto para lograr realizar tan importante encuentro con nuestra música y cultura.
A todos ustedes y a los tolimenses y colombianos que nos apoyan, mucha admiración y gratitud.