¡Bienvenidos al presente!

Iván Ramírez Suárez
No han transcurrido más de ocho días del acto de posesión de Gustavo Petro Urrego como presidente de los colombianos y ya los cimientos de la dirigencia económica, política y social nacional empiezan a sentir una sobre viniente cadena de cambios institucionales concretados en proyectos de leyes y actos legislativos, que de ser aprobados por el Congreso marcarán un rumbo diferente al modelo de Estado que hemos tenido durante más de 200 años de vida Republicana.
Aunque en la campaña electoral el Pacto Histórico y las demás organizaciones políticas que terminaron apoyando la propuesta de cambio del hoy presidente Petro, pactaron su apoyo electoral bajo una previa concertación programática y burocrática, es innegable que tanto el discurso de posesión, así como el improvisado discurso expuesto ante sus recién posesionados ministros en la Casa de Nariño, han dejado en claro que su propuesta política no es una propuesta futurista, sino que ésta tendrá vigencia y aplicación desde el inmediato presente.
El perfil profesional, social e independencia política de los nuevos ministros; la propuesta de reorientación estructural del modelo de Estado; la reanudación de los diálogos con sectores armados disidentes y que habían sido suspendidos por el anterior Gobierno, así como el anuncio de una apertura de acogimiento a la institucionalidad de otros sectores de delincuencia organizada, son derroteros que nos dicen que el nuevo estilo de Gobierno y el modelo de Estado al que se quiere llegar, contrario al que se ha edificado durante los dos siglos de vida Republicana, no será cosa del futuro, sino una realidad del presente que ya se ha empezado a construir.
Los colombianos sabemos que nuestra historia exhibe experiencias similares fallidas, frustradas de manera violenta o apelando a la inquebrantable maquinaria legislativa tradicional, que en el caso presente se sigue manteniendo por unas pequeñas diferencias, pero de las cuales no se sabe al momento de las grandes decisiones cómo irán a actuar.
Ya algunos titiriteros del gran poder económico, político y militar, tras bambalinas y utilizando sus reconocidas marionetas, han salido a ripostar. Era lo esperado, pero por primera vez en la historia los amos tradicionales del poder político, económico y militar, no solo empiezan a sentir pasos de animal grande, sino que sienten que la fiera los puede empezar a devorar.
El apoyo popular y social será decisivo en esta esperada etapa histórica, que desde el 7 de agosta se empieza a trasegar.
¡Bienvenidos al presente!