2020: realidades y pendejadas

Está por finalizar un año más de vida, duro por la zozobra y el sufrimiento, pero donde también renace la esperanza. No estábamos preparados para una nueva normalidad: cuarentena, confinamiento, mascarilla, pico y cédula, UCI colapsadas, toques de queda, cierre de establecimientos públicos, clases, tramites y audiencias virtuales. Desempleo, migración descontrolada, violencia focalizada, inseguridad ciudadana, entro otros.
1.- PANDEMIA: El coronavirus SARS-CoV-2 hoy nos deja 77 millones de contagiados, 1 millón setecientos mil muertos; EE.UU país con mayor número de contagiados – 18 millones – y 320.000 muertos; y Colombia, con un millón y medio de infectados y 41.000 muertos.
La pandemia le dio la oportunidad a Iván Duque para notificarnos por televisión diariamente que es el Presidente. Su día sin IVA, aún lo estamos pagando. También le ha servido de pretexto para diluir las responsabilidades del Estado frente al proceso de paz. El 14,7% de la población está desempleada y la mayor incidencia se presenta en las zonas urbanas.
El COVID-19 también sacó a flote especímenes que estaban camuflados: los supremacistas, los negacionistas, los de la realidad alternativa y los de la teoría de la conspiración. Ellos, también tienen responsabilidad por miles de muertes.
2.- VACUNA: La autorización para aplicar masivamente la vacuna contra el COVID-19 le da un aliento al mundo. Los gobiernos, no solo deben comprar la vacuna, se requiere una logística para la aplicación masiva equitativa. Es tarea urgente contrarrestar embustes de los antivacuna y lunáticos de la teoría conspirativa donde manifiestan que la vacuna contiene un microchips para rastrear su ubicación. Vacunarse es la consigna.
3.-MIGRACIÓN: Aproximadamente 1’900.000 venezolanos han entrado a Colombia. El drama de niños, mujeres y hombres en los parques, en las calles y en las carreteras. Mujeres explotadas para actividades sexuales. Aproximadamente 12.000 venezolanos detenidos por hurto y porte de estupefacientes. Una política exterior errada de Colombia, el cierre de fronteras y la confrontación verbal no han dejado espacio para el dialogo que permita soluciones humanitarias.
4.- VIOLENCIA. Seguimos con la tragedia del asesinato de líderes sociales. INDEPAZ contabiliza a la fecha 251 asesinados y 71 masacres, con 282 personas muertas. El gobierno sigue impotente para frenar esta violencia selectiva.
5.- ELECCIONES: las elecciones en EE.UU han dejado en evidencia la fragilidad de su democracia. El país que defiende las democracias en el mundo, aún no tiene certeza sobre su futuro. Las múltiples demandas de Trump en los tribunales por supuesto fraude, la descalificación y destitución de funcionarios que no comparten sus rabietas, están llegando a su fin, pero dejan polarizado al país con hechos de violencia partidista e invisibilizando la tragedia que viven con la pandemia.
6.- CORRUPCIÓN: seguimos observando las denuncias a nivel nacional, regional y local de hechos delictivos contra el erario, con pocos casos de judicialización de los responsables. Una encuesta revela que el 84% de los ciudadanos considera que el problema sigue igual y tiende a empeorar. La Procuraduría informa que desde la emergencia sanitaria se han iniciado procesos contra más de 400 alcaldías y 26 gobernaciones; la ciudadanía solo tendrá confianza en las instituciones cuando se sancionen ejemplarmente a los responsables.
La agitación en España entre monarquía y república, por los negocios turbios del Rey Emérito Juan Carlos y sus cuentas en Suiza, dan esperanza de que no hay privilegios en el momento de aplicar la ley.
7.-IGUALDAD DE GÉNERO: la pandemia no frenó el activismo a nivel mundial por la reivindicación de la mujer y su rol en la sociedad. El progreso es visible con la elección de la primera vicepresidenta mujer en EE.UU, Kamala Harris; el nombramiento anunciado por Biden en uno de los cargos de mayor responsabilidad a Avril Haines, como jefa de inteligencia que dirigirá el grupo de 17 agencias del servicio secreto estadounidense.
8.- CONTAMINACIÓN: Las ONGs ambientalistas han dado la voz de alarma por la acelerada contaminación de los mares y ríos con elementos tóxicos, provocando la muerte de millares de especies y lluvias acidas. En el Pacifico norte, se acumula en una extensión de 1.600 kilómetros plástico en descomposición. Los vertidos industriales y los fertilizantes utilizados por los cultivos agrícolas, deterioran los ríos y las aguas subterráneas utilizadas en zonas rurales para el consumo humano.
P.D. Nuestro agradecimiento y solidaridad con los profesionales de la salud. En el mundo han muerto más de 7.000 médicos y personal de enfermería. Un abrazo virtual a los familiares de 14 parientes y amigos que se han ido definitivamente por causa del virus.